Todo es cuestión de tiempo y obediencia

El tiempo pasa muy deprisa aquí. No hay ni uun minuto para aburrirnos. Sacar a la perra de buena mañana, asearse, desayunar… Hoy, paseo en pleno centro de Madrid… Más sensaciones. Aún siento que yo no tengo nada del control cuando nos movemos por la calle. 55 minutos de paseo que han parecido 20. La noción del tiempo cambia. Después, obediencia. La clave de mucho, de casi todo. No sumisión, o-be-dien-cia. Control, interacción… Debemos comunicarnos con el perro y entendernos. Debemos enseñarles y aprender. Y sobre todo, mantener esa obediencia con ejercicios día a día.

La comida, una buena charla y algun que otro chiste durante el café. El perro a nuestros pies, claro.Ya lo hemos sacado unas 3 veces ya, y ahora toca otra. Ahora de momento son 7, pero luego lo iremos dosificando.
El cepillado. Cada día, para quitar el pelo muerto y que el animal vaya limmpio y brillante. Al fin y al cabo, de nosotros depende su higiene y que esté corrrecto para entrarr donde vayamos. Aquí hoy Milena ha colaborado más bien poco y la tarea ha sido dura. Tengo los brazos ya algo dolidos, pero dentro de unos días eso seerán cosquillas.
Darle de comer por primera vez es otra sensación sin desperdicio. Nuevamente el control.

Un rato de charla, un par de veces de nuevo al parque, la cena, alguna llamada, el último paseo del díia para que no haya sustos durante la noche y a dormir. Hoy, antes, Milena y Jarama han querido terminar la jornada jugando un rato.
Y ahora, casi desde la cama, leo y contesto algunos mensajes. Antes de apagar, publicaré algo en el blog… Algo sobre el tiempo de adaptación, sobre los meses duros por delante, sobre las veces que pensaré que todo ha sido una locura, sobre la gente que no entenderá que no deben tocarla mientras trabaja, sobre un reto que debo querer conseguir de todas todas, sobre frustraciones y momentos increíibles… Pero el sueño me vence… ZZZzzzZZZ

Miguel González Richart

Persona, periodista, ciego de nacimiento.

1 comentario

  1. Ais, i quins records! no si és que em repeteixo jajajaja. Jo la primera vegada que li vaig donar el menjar a la Bella, com ja tenia un altre gosset, no pigall però al cap i a la fi un altre gos, o baja gossa, una yorkshire… bé, al que anava, que com ja tenia una altra gosseta, el que vaig fer amb la Bella al posar-li el menjar va ser posar jo la mà a dins mentre menjava, volia que entengués que a mi no m’ha de fer res i que si vull, puc retirar-li el menjar quan ho consideri… i evidentment ni es va inmutar ni em va fer res.
    sobre el pentinat i l’obediència…, tan de bo els bons propòsits i el bé que ens portem els primers mesos durés al llarg dels anys jajajaja, però la mandra és molt dolenta! no vol dir que no ho faci mai ni molt menys però a diari…, confesso que no.

    Sobre els problemes que dius en el post següent que vindran, no pensis que en serán tants… baja, cadascú ho afronta de la millor manera que sap i és ben cert que un llaurador no és un pastor però jo no recordo haver-ho passat malament en els mesos d’adaptació amb la Bella i mira, t’estalviaràs el tema aspiradora, perquè els llauradors són terribles amb el tema menjar però diuen que els pastors no, que els pastors són molt fidels però també cabuts jajajaj.

    Petoneeets!

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